Ahora sí que quiero ir a todas las reuniones de trabajo

Desde que introdujimos las ensaimadas en los coffee breaks semanales, la oficina tiene otra energía. Hay algo mágico en ver a todos reunidos, disfrutando de esos dulces esponjosos mientras comparten ideas y risas. Cada semana, las expectativas suben: ¿Será de crema? ¿De cabello de ángel? La calidad siempre es impecable, y la tradición mallorquina que llevan en cada capa de masa le da un toque especial. Más allá de ser un placer gastronómico, estas ensaimadas se han convertido en una excusa perfecta para conectar como equipo. Ahora, nadie quiere perderse el café del viernes.

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